El gato montés o europeo es un mamífero carnívoro que, aunque presenta similitud con la raza doméstica conocida como “gato romano”, es más grande y corpulento que este. El gato montés posee un cráneo más ancho y robusto que el gato doméstico. También puede diferenciarse por la forma de la cola, así mientras que el gato doméstico y los híbridos tienen la cola fina y puntiaguda, la del gato montés es roma y gruesa. También pueden diferenciarse por la longitud del pelo, que suele sobrepasar los 4 cms. en el montés y no pasar de los 3 cms. en el doméstico. Es un animal solitario, tímido, crespuscular y nocturno, aun cuando se vuelve de hábitos más diurnos en invierno. Las horas de sol suele pasarlas en huecos de árboles y oquedades del terreno, siendo la hembra más sedentaria que el macho, que suele desplazarse en un radio de unos 20 Kms. a una velocidad de 3 a 6 Kms./hora, durante la noche, practicando una caza itinerante. Tiene los sentidos muy desarrollados, particularmente la vista, adaptada a la visión nocturna, y el oído. Es muy silencioso cuando acecha o persigue a una presa, pudiendo dar grandes y ágiles saltos cuando tiene a las víctimas en sus proximidades, a las que agarra primero con las uñas de sus garras retráctiles, para buscar su nuca en los animales pequeños, donde les muerde hasta causarle la muerte, mientras que en las presas de mayor tamaño les muerde en la base del cuello, hasta producirle la muerte por asfixia o parada cardiaca. Las presas las consume en el lugar de caza, aunque cuando en caso de sentirse en peligro puede taparlas con maleza para volver después a comerlas o llevarlas a lugares elevados en que se encuentra más seguro (una roca, el tronco de un árbol, etc.).
PUBLICADO POR PAOLA GONZALEZ
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