jueves, 11 de junio de 2009

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Nuevo enfoque en la reconstrucción de la biología de especies extintas(NC&T) El oído de los vertebrados es una estructura compleja con funciones múltiples. Los canales semicirculares del oído interno son tubos óseos llenos de un fluido que se desplaza en su interior cuando el animal se mueve. El movimiento del fluido es detectado por células especiales que envían señales al cerebro, el cual usa entonces esta información para ayudar a coordinar la postura y los movimientos del cuerpo durante la locomoción. También activa los músculos del cuello y los ojos para mantener estable la imagen que estos últimos captan.
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Los autores de este estudio muestran que primates y otros mamíferos que son ágiles y de locomoción rápida y variable tienen canales significativamente más largos, teniendo en cuenta la masa corporal, que aquellos de movimiento más cauteloso. Por consiguiente, los estudios futuros pueden utilizar el tamaño relativo de los canales semicirculares como una guía para estimar la conducta de especies extintas al estudiar sus cuerpos fósiles, incluyendo los antepasados de los seres humanos modernos.Los investigadores estudiaron 91 especies de primates, con representación de todas las familias taxonómicas del orden. El estudio incluyó también 119 especies adicionales, la mayor parte de las cuales son mamíferos cuya gama de tallas va desde la del ratón hasta la del elefante, que habitualmente se mueven de maneras diversas en entornos variados.El proyecto es el primer estudio a gran escala para documentar la relación de las dimensiones de los canales semicirculares con la locomoción.

por: diana Quiñones

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